Modo de empleo
- Mezcla una o dos cucharaditas pequeñas de la arcilla que más te vibre con unas gotas de hidrolato, infusión de manzanilla o caléndula, o con agua, hasta conseguir una pasta homogénea.
- Aplica la mezcla resultante (una crema fina) en la cara, con una brocha, dejando libre la zona de los ojos.
- Deja que actúe hasta que se seque y retira con agua tibia. Luego seca la cara.
- En caso de querer tener la mascarilla durante más tiempo, pulveriza con agua o con hidrolato, sin dejar que se seque del todo, y después retira con agua tibia y seca.
- Si quieres, puedes aplicar tu crema o tu aceite facial preferido después de la mascarilla: así tendrás un plus de hidratación y cuidado. Pero, de cualquier manera, como estas arcillas son altamente nutritivas, después de aplicarlas notarás la piel suave e hidratada.